Exclusión social

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El concepto de exclusión social hace referencia a la imposibilidad de disfrutar de los beneficios del desarrollo y de las garantías sociales, políticas y económicas del Estado Social -democrático y garante de derechos-. Da cuenta de cómo las restricciones al acceso a los recursos económicos, sociales, culturales, políticos y de tiempo están determinadas por las relaciones de poder y por los impedimentos específicos para salir de esas situaciones.

La exclusión social queda enmarcada en el terreno de las desigualdades sociales y permite construir una visión histórica y relacional de los procesos de constitución de las privaciones estructurales: comprende el análisis de las relaciones de poder, de la fractura social que supone que grandes sectores estén al margen de los derechos de ciudadanía o el bloqueo que hay para que las personas salgan de la situación de exclusión social.

La exclusión como proceso

La noción de exclusión social ha adquirido diferentes enfoques en función de las diversas tradiciones de pensamiento intelectual y político. De este modo, existen diferentes visiones sobre su relación con la pobreza: unos ven la exclusión social como causante de la pobreza, en tanto que otros consideran ésta como una parte de aquélla.

No obstante se tiende a la progresiva utilización del término exclusión en sustitución del de pobreza en cuanto a la necesidad de superar una visión excesivamente economicista del concepto de pobreza y a cierto consenso teórico sobre la necesidad de utilizar una concepción que incluya la naturaleza dinámica, multidimensional y heterogénea del fenómeno. Por otro lado, de una concepción estática, que entendía la pobreza como situación de bajos ingresos en un momento determinado del tiempo, se pasa a una concepción que entiende la exclusión como un proceso. De la concepción dual que entendía la pobreza como una situación que afectaba a un colectivo diferenciado de la sociedad mayoritaria, se pasa a la diferenciación de una heterogeneidad de espacios situados en el continuo entre integración y exclusión. La exclusión social se entiende pues como un proceso de alejamiento progresivo de una situación de integración social en el que pueden distinguirse diversos estadios en función de la intensidad: desde la precariedad o vulnerabilidad más leve hasta las situaciones de exclusión más graves.

Dimensiones de la exclusión social

La exclusión social está condicionada por las estructuras socioeconómicas y políticas de cada país, que determinan las relaciones entre clases sociales y el control relativo de los recursos y del poder. La exclusión también está relacionada con factores como la localización geográfica, así como con la discriminación por factores de género, raza o etnia. Aunque en la práctica los diferentes ámbitos de la exclusión social se solapan unos con otros, lo cierto es que cada uno de ellos puede tener mayor o menor peso según la sociedad de la que se trate. Así, mientras en los antiguos países socialistas y en los Estados del bienestar un factor predominante puede ser la pérdida o falta de prestaciones sociales por el Estado, en muchos países en desarrollo (donde la protección pública apenas existe) es más relevante la exclusión del mercado de trabajo o la falta de recursos como la tierra y el crédito. A su vez, en muchos países en rápido crecimiento económico adquiere más incidencia la privación de derechos civiles y democráticos, como el de sindicación. Si hay alguno que atraviesa todos los demás, éste es el de género: en todas las sociedades se detecta que esta variable actúa de forma transversal a todas las demás y las mujeres suelen presentar mayores tasas de exclusión social en la mayoría de las esferas.

En cualquier caso, lo común a todos los enfoques es que la exclusión social se entiende como un concepto multidimensional, que afecta negativamente a los diferentes aspectos del desarrollo humano, no sólo a los materiales. Su dimensiones podríamos desglosarlas básicamente así:

  1. La privación económica: ingresos insuficientes en relación con el contexto, empleo inseguro, falta de acceso al alimento y a los bienes medioambientales, y de acceso a los recursos en general.
  2. La privación social: ruptura de los lazos sociales o familiares que son fuentes de capital social y de mecanismos de solidaridad comunitaria, marginación de la comunidad, alteración de los comportamientos sociales y dificultad para participar en las actividades sociales (por ejemplo, las personas con escasos ingresos se ven obligadas a disminuir sus relaciones sociales), deterioro de la salud, etc.
  3. La privación política: carencia de poder, incapacidad de participación en las decisiones que afectan a sus vidas o participación política.

Superar la exclusión social debe necesariamente incorporar el cuestionamiento de las desiguales relaciones de poder: entre quienes disponen de los recursos económicos y quienes no; entre quienes ostentan la titularidad de los bienes y servicios, fundamentalmente en el ámbito productivo, y quienes no poseen ni los mínimos bienes esenciales; entre hombres y mujeres; entre quienes tienen acceso a los espacios de decisión y quienes no lo tienen.

Los pisos de protección social y la inclusión social

Desde el ámbito de acción de la OIT, una estrategia fundamental para contribuir a la inclusión social es la ampliación de la cobertura de la protección social a través de los sistema de seguridad social, de forma que se garantice el acceso al conjunto de la población. La estrategia dual de extensión de la seguridad social que propone la OIT a través de la campaña impulsada en 2003, sostiene que tal ampliación contribuye al progreso, la redistribución de la riqueza, la eliminación de desigualdades y la disminución de la exclusión social y la pobreza, y pivota sobre:

  • La extensión horizontal: cuyo objetivo es que el máximo número de personas esté cubierta, lo que se puede promover, entre otras medidas, a través del piso de protección social. Éste integra un conjunto de medidas de acceso a recursos y servicios básicos junto a las cuatro garantías básicas de seguridad social -atención médica, ingresos para la infancia, ingresos para la población adulta que no puede trabajar, por discapacidad o desempleo, y ingresos para las personas mayores.
  • La extensión vertical: con el objetivo de alcanzar los niveles de protección más altos, con la protección de todas las contingencias y con el nivel de prestaciones más elevadas posibles.

Materiales para la formación

La propuesta formativa de ACTRAV-CIF Trabajo Decente al Cubo incorpora un curso sobre "Pisos de protección social" que reflexiona y analiza las situaciones de exclusión social y pobreza como origen de la privación de protección social, y sitúa los pisos como un elemento de redistribución de la riqueza y por tanto, para disminuir las desigualdades sociales.

Véase también

Bibliografía de interés

Enlaces externos